LAURA VIEYTES

A veces el camino creativo puede parecer esquivo, especialmente para nosotras las mujeres, que estamos transitando la etapa de la mediana edad. Un período lleno de balances, emociones y cambios. Y voy a aprovechar este texto para recordarme y recordarles que el poder de la creatividad no se desvanece con los años, sino que se transforma y se fortalece.  Y en estos días reflexionando, escribiendo y haciendo reuniones mastermind con amigas y colegas creativas reafirme la importancia de desarrollar, estimular y alimentar nuestra creatividad de manera cotidiana, como un hábito saludable y transformador. En este período de la vida, muchas veces tendemos a pensar que lo mejor de nuestra creatividad ya ha pasado, que nuestras alas se han rigidizado, cuidando el vuelo de alguien más... Pero es justo en este punto donde la experiencia y la sabiduría se entrelazan con la imaginación y las ganas renovadas para dar lugar a creaciones únicas y auténticas. Los hijos crecidos y más in...

En algún rincón de la imaginación nacen los sueños, pequeños o grandes anhelos que intentan mantener su brillo con empeño. Yacen esperando que los hagamos volar, que los agarremos y los llevemos cada dia un poco más allá. Pueden ser sueños ambiciosos o humildes, que desde el corazón se desplieguen esperanzados, invitándonos a caminar tras su estela con pasión. Vivir soñando es el arte de crear, un mundo donde todo puede suceder, es escuchar el susurro del corazón, y emprender el vuelo hacia la ilusión. Estimulando al cerebro, al pensamiento, para romper las barreras, el impedimento, y en cada célula de nuestra alma vibrante, sembrar semillas, sueños palpitantes. No es vano el anhelo que nos envuelve, en cada paso hacia adelante nos resuelve, que los sueños son puertas a un porvenir, que merece la pena atrevernos a vivir. ¿Vivir sin sueños, acaso es existir? Sin ese brillo en los ojos, ¿qué podemos sentir? Son los sueños, faros en la cotidianidad, que nos guían y abrazan en ...

MANIFIESTO DE LA PAUSA Rechazo la prisa y la urgencia impuestas por el mundo actual. Mis tiempos son distintos, más pausados y reflexivos. No deseo forzar mis palabras, quiero expresarme auténticamente, sin comprometer mi voz ni mi verdad. Resisto la obligación de hacer algo cuando no tengo ganas. Busco la libertad de escuchar mis propios deseos y necesidades. Rechazo sentirme desconectada de mi esencia y abrumada por las exigencias externas que me desorientan. Elijo encontrar mi centro y vivir en coherencia con quien realmente soy. Renuncio a lo que no me sirve, a lo que no resuena con mi ser más profundo. Me despojo de las expectativas y presiones que no me pertenecen. Me retiro de la corriente que me arrastra sin sentido. Me sumerjo en la introspección, en el silencio necesario para escuchar mi verdad interior. Aunque mis "noes" están claros, también reconozco la presencia de los "síes" que claman dentro de mí. Me comprometo a darles voz, a permitir q...